Cómo sacar el máximo partido a las zonas comunes de tu comunidad de vecinos.
Las zonas comunes en las comunidades de vecinos desempeñan un papel fundamental en una comunidad ya que promueven la convivencia, mejoran la calidad de vida, proporcionan espacios para actividades y eventos y resuelven necesidades prácticas de los residentes. En general, mejoran la vida cotidiana y la calidad de vida de los residentes y, además, añaden valor al inmueble.
Aunque es cierto que, a veces, están infrautilizadas. Por lo que, a continuación, veremos cómo se le puede sacar más partido a las zonas comunes y convertirlas, realmente, en un valor para los vecinos de la comunidad.
¿Cuáles son las zonas comunes de una comunidad?
Las zonas comunes de una comunidad pueden variar dependiendo del tipo de comunidad y sus instalaciones específicas. Sin embargo, a continuación, mencionamos algunas de las más habituales:
- Vestíbulo, hall de entrada o portal: es el área de recepción o entrada principal del edificio o complejo de viviendas.
- Jardines o áreas verdes: espacios al aire libre que pueden incluir césped, parques, zonas de descanso, jardines ornamentales, etc.
- Piscina: una piscina comunitaria es una instalación para nadar y relajarse compartida por los residentes y que es muy común, especialmente, en zonas de calor.
- Área de juegos infantiles: espacio designado para que los niños jueguen y se diviertan de manera segura.
- Gimnasio o pistas deportivas: muchas comunidades cuentan con un espacio equipado con máquinas de ejercicio y equipos para que los vecinos puedan mantenerse en forma. También pueden disponer de pistas de tenis, pádel, fútbol, baloncesto…
- Salón de eventos o sala de fiestas: un área destinada para realizar reuniones, celebraciones o eventos comunitarios.
- Áreas de barbacoa: espacios al aire libre con parrillas y mesas para que los residentes puedan disfrutar de comidas al aire libre.
- Sala de juegos: un espacio recreativo con mesas de billar, tenis de mesa, futbolín u otros juegos de entretenimiento.
- Estacionamiento: área designada para estacionar vehículos de los residentes y visitantes.
- Elementos funcionales del inmueble: los ascensores, las escaleras, el patio interior, etc. también son zonas comunes de la comunidad.
Estas son solo algunas de las zonas comunes que podrían estar presentes en una comunidad, pero es importante tener en cuenta que la disponibilidad y la variedad de estas instalaciones pueden variar según cada comunidad.
¿Qué uso se le puede dar a las zonas comunes?
Las zonas comunes en una comunidad son espacios compartidos que requieren de reglas claras y justas para garantizar que todos los vecinos puedan disfrutar de ellas de la misma manera.
Para ello es importante establecer reglas de uso que limiten, por tanto, qué se puede hacer y qué no en cada una de las zonas comunes del edificio. Es importante que los residentes participen en el proceso y opinen al respecto para fomentar el sentido de propiedad y de responsabilidad compartida.
También se suelen determinar unos horarios de apertura y cierre de las instalaciones, así como límites de tiempo para actividades específicas.
Y, por último, otro aspecto clave es mantener limpias las zonas comunes. Esto incluye recoger basura y objetos personales y reportar cualquier daño o problema de mantenimiento.
¿Qué puedes hacer para aprovechar las zonas comunes al máximo?
Para optimizar el uso de los espacios comunes es importante que todos los vecinos se reúnan, expongan sus ideas y se pongan de acuerdo. Para cualquier acción que se vaya a llevar a cabo será necesaria la aprobación de todos los propietarios.
Planifica actividades y eventos comunitarios.
Para fomentar la convivencia y el sentido de comunidad entre los vecinos, se pueden organizar actividades o eventos en las zonas comunes. Pueden ser clases, talleres o cualquier otra actividad que sea de interés común. Es muy habitual, en verano, celebrar actividades para los niños.
Aprovecha las terrazas.
Si la comunidad dispone de terrazas o espacios ajardinados, se puede crear un pequeño huerto común. Los vecinos podrán cultivar frutas y verduras y dar, así, un uso interesante al espacio.
Aunque si no hay nadie interesado en el cultivo, también es posible crear una zona chill out o de descanso con una pequeña inversión. Usando materiales reciclados se puede construir el mobiliario necesario y crear un rincón ideal para relajarse al aire libre.
Ocio para todas las edades.
En las comunidades de vecinos en las que hay muchos niños o adolescentes puede ser interesante destinar un espacio compartido para el ocio. Es tan sencillo como colocar mesas de pin pon, columpios o un billar. Esto fomentará la interacción entre vecinos, el sentido de comunidad y el disfrute de los jóvenes.
Cambiar tus buzones por los buzones inteligentes.
Otra forma de aprovechar las zonas comunes al máximo es instalar buzones inteligentes. Con el auge del comercio electrónico, estos pueden ser un elemento muy útil para aquellos vecinos que hacen pedidos online y no suelen estar en casa para recibirlos.
Alquiler de las zonas comunes
El alquiler de las zonas comunes puede ser una excelente manera de aprovechar al máximo estos espacios compartidos y generar beneficios adicionales para la comunidad, siempre y cuando se establezcan las normas adecuadas y se respeten los derechos de todos los residentes.