¿Cómo saber si mi edificio cumple con la normativa contra incendios?
La seguridad contra incendios es una preocupación para cualquier propietario. Las normativas contra incendios en edificios de viviendas están diseñadas para proteger la vida y la propiedad en caso de un evento catastrófico.
Pero, ¿cómo saber si tu edificio cumple con estas normativas? Aquí te presentamos algunos puntos clave para tener en cuenta.
¿Qué dice la normativa contra incendios en las comunidades de propietarios?
En España, las medidas para hacer frente a los incendios en comunidades de propietarios están detalladas en el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios (RIPCI), aprobado en 2017.
Esta normativa no solo afecta a las empresas de mantenimiento, sino también a las comunidades de vecinos, ya que establece mejoras en los sistemas de prevención, actualizaciones regulares y revisiones periódicas.
El RIPCI introduce novedades significativas, como el control efectivo de las empresas responsables de la seguridad contra incendios. Además, establece regulaciones más específicas, adaptadas a las características individuales de cada finca.
También promueve una actualización de los instrumentos de prevención de incendios, asegurando que estén en consonancia con los avances tecnológicos y las mejores prácticas en seguridad.
¿Qué construcciones no están sujetas a la normativa contra incendios?
De acuerdo con el RIPCI, hay ciertos tipos de construcciones que no están supeditadas a la normativa contra incendios, siempre y cuando no presenten un riesgo alto de incendio. Estas construcciones están exentas de inspecciones periódicas y son las siguientes:
- Viviendas de uso residencial.
- Edificaciones de uso administrativo con una superficie construida de menos de 2000 m².
- Edificios de uso docente con una superficie construida de menos de 2000 m².
- Locales de uso comercial con una superficie construida de menos de 500 m².
- Edificaciones de pública concurrencia con una superficie construida de menos de 500 m².
- Aparcamientos con una superficie construida de menos de 500 m².
Estas exenciones se aplican en situaciones donde se considera que el riesgo de incendio es menor debido a la naturaleza y el tamaño de las construcciones mencionadas.
Normas obligatorias para la prevención de incendios.
La normativa obligatoria contra incendios en comunidades de propietarios es fundamental para garantizar la seguridad de todos los ocupantes de los edificios y prevenir siniestros. Según las disposiciones establecidas, las siguientes medidas son obligatorias para la prevención de incendios:
1. Instalaciones de protección contra incendios: todas las comunidades de vecinos deben contar con instalaciones de protección contra incendios, que incluyan extintores en las escaleras, detectores de humo, señalización de emergencia, puertas ignífugas, hidrantes y otros elementos según las características de la finca.
2. Puesta a punto por empresas autorizadas: las instalaciones de protección contra incendios deben ser puestas a punto por empresas autorizadas por el Ministerio de Industria para garantizar su correcto funcionamiento y eficacia en caso de emergencia.
3. Uso de materiales y equipos homologados: es obligatorio utilizar materiales y equipos correctamente homologados para la prevención y extinción de incendios.
4. Revisiones técnicas trimestrales: se establece la necesidad de realizar revisiones técnicas trimestrales en todo el sistema de prevención contra incendios, las cuales deben ser registradas en un acta y guardarse por un período mínimo de 5 años.
5. Inspecciones periódicas por un OCA: además de las inspecciones trimestrales, se requiere una inspección independiente realizada por un Organismo de Control Autorizado (OCA) cada diez años.
6. Ciclos de vida útil de los elementos de protección contra incendios: se establecen ciclos de vida útil para elementos como detectores, aspersores, mangueras hidráulicas, mantas ignífugas, alumbrado de emergencia, entre otros, con el fin de garantizar su eficacia y evitar su obsolescencia.
7. Señalización y ubicación de extintores y pulsadores: los extintores y pulsadores deben estar señalizados y situados a una altura específica, entre 80 y 120 cm, para facilitar su acceso en caso de emergencia.
8. Exigencias para hidrantes: se imponen mayores exigencias para las condiciones de inspección de hidrantes, incluyendo distancias mínimas y características específicas de su ubicación y diseño.
9. Inspección independiente de garajes de cierto tamaño: los garajes de las comunidades de propietarios de más de 500 m², con capacidad para alrededor de 25 coches, también deben pasar una inspección independiente realizada por un OCA.
Examen por el Organismo de Control Autorizado
El Examen por el Organismo de Control Autorizado (OCA) es una inspección fundamental en el marco de la normativa contra incendios. Esta evaluación independiente es requerida para garantizar el cumplimiento de las regulaciones de seguridad contra incendios en edificios y estructuras.
El proceso de examen por el OCA está regulado por el Real Decreto 513/2017, que establece el régimen de control interno de la seguridad en la utilización de edificaciones.
El OCA realiza una revisión exhaustiva de todas las medidas de seguridad contra incendios en el edificio. Esto incluye la inspección de sistemas de detección de incendios, alarmas, extintores, sistemas de rociadores automáticos, puertas cortafuego, salidas de emergencia, señalización de rutas de evacuación, entre otros aspectos.
El objetivo principal de esta inspección es verificar que todas las instalaciones y medidas de seguridad contra incendios cumplan con los requisitos establecidos por la normativa vigente. Además, se evalúa la eficacia y el mantenimiento adecuado de estos sistemas para garantizar su funcionamiento en caso de emergencia.
Ciclos de vida útil de los elementos de protección contra el fuego.
Los elementos de protección contra el fuego tienen ciclos de vida útil establecidos que deben ser controlados por el Organismo de Control Autorizado (OCA) de acuerdo con el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI).
Por ejemplo, los detectores y aspersores deben ser reemplazados cada 10 años, mientras que los extintores requieren retimbrado cada 5 años y su retirada se realiza cada 20 años.
Las mangueras hidráulicas y mantas ignífugas tienen una vida útil de 20 años, al igual que el alumbrado de emergencia o la señalización, que deben ser sustituidos cada 10 años para garantizar su eficacia en la prevención y extinción de incendios.
Estos ciclos de vida útil son fundamentales para mantener la eficacia de los sistemas de protección contra incendios y asegurar la seguridad de los ocupantes del edificio.