¿Cuáles son los órganos de gobierno de una comunidad de propietarios?
En el entramado de la vida comunitaria, la junta de gobierno emerge como un pilar fundamental. Desde la toma de decisiones hasta la resolución de conflictos y la transparencia, esta instancia desempeña un papel crucial en la gestión y armonía de las comunidades de propietarios.
En este artículo veremos en detalles quiénes forman la junta de gobierno de la comunidad, cuáles son sus funciones y qué valor aportan a la comunidad.
Funciones de la junta de propietarios.
Las juntas de propietarios cumplen un papel fundamental en la gestión y armonía de nuestras comunidades. Aquí te presentamos las más importantes:
- Toma de decisiones: la junta permite a los propietarios discutir y tomar decisiones sobre asuntos relevantes para la comunidad como presupuestos, obras de mantenimiento o mejoras en las instalaciones.
- Elección de órganos de gobierno: en algunas ocasiones, las juntas sirven para elegir a los miembros de la junta directiva o a los administradores, quienes se encargarán de gestionar los asuntos de la comunidad en nombre de los propietarios.
- Resolución de conflictos: las juntas brindan un espacio para discutir y resolver disputas entre los propietarios.
- Información y transparencia: es una oportunidad para que la junta directiva informe a los propietarios sobre el estado financiero de la comunidad, proyectos en curso y otros asuntos relevantes.
¿Cómo convocar una junta de propietarios?
Para convocar una junta de gobierno de propietarios, generalmente se sigue un procedimiento establecido en los estatutos de la comunidad. Por lo general, implica:
- Notificación por escrito: se debe enviar una convocatoria por escrito a todos los propietarios indicando la fecha, hora, lugar y orden del día de la reunión. Esto suele hacerse con suficiente antelación para que todos puedan asistir (al menos 6 días).
- Orden del día: en la convocatoria se debe incluir un orden del día detallado, con los puntos que se discutirán en la reunión. Esto ayuda a mantener el enfoque y la eficiencia durante la junta.
- Quórum: para que la junta sea válida, generalmente se requiere la presencia de un cierto número de propietarios o de participación en la comunidad. Este número se especifica en los estatutos o en la legislación local.
¿Quién participa en las juntas?
Quienes participan en las juntas de gobierno son los propietarios de las viviendas o de los locales que están dentro de la comunidad. También pueden asistir otros invitados, como representantes legales o expertos en temas específicos.
Órganos de gobierno de la comunidad.
Los órganos de gobierno de una comunidad de propietarios son fundamentales para asegurar una gestión eficiente y ordenada de los asuntos comunitarios.
Los roles principales son:
Presidente
Es el encargado de representar legalmente a la comunidad ante terceros y en juicio. Preside las juntas de propietarios, ejecuta los acuerdos tomados en ellas y vela por el cumplimiento de las normas comunitarias.
Además, es responsable de la convocatoria de las reuniones y de la firma de documentos necesarios para la comunidad.
Vicepresidente
En ausencia o impedimento del presidente, el vicepresidente asume sus funciones. Su rol principal es colaborar estrechamente con el presidente en la gestión y administración de la comunidad, apoyándolo en todas las tareas que le sean asignadas.
Secretario
Se encarga de levantar acta de las reuniones de la comunidad, donde se registra todo lo tratado y acordado. Además, es responsable de la custodia y archivo de la documentación comunitaria, así como de la notificación de acuerdos a los propietarios y de la comunicación con las autoridades competentes.
Administrador
Es el profesional encargado de gestionar los aspectos técnicos, administrativos y financieros de la comunidad de propietarios. Se encarga de la gestión del presupuesto, contratación de servicios, mantenimiento de las instalaciones y ejecución de los acuerdos adoptados en las juntas de propietarios.
También actúa como interlocutor entre la junta y los propietarios, facilitando la comunicación y garantizando el correcto funcionamiento de la comunidad.
Tipos de junta de propietarios.
En la vida de una comunidad, las juntas de propietarios juegan un papel crucial. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre una junta ordinaria y una extraordinaria?
Junta ordinaria
La junta ordinaria es una reunión regular que se celebra, por lo general, una vez al año. En ella, los propietarios se reúnen para abordar asuntos de rutina y periódicos, desde la aprobación de cuentas anuales hasta la discusión del presupuesto para el próximo año.
Es una instancia obligatoria, donde todos los propietarios tienen voz y voto, ya que en ella se toman decisiones cruciales para la comunidad.
Junta extraordinaria
La junta extraordinaria se convoca cuando la situación lo exige. A diferencia de la ordinaria, esta reunión puede surgir en cualquier momento del año y no sigue un calendario establecido.
¿Su propósito? Abordar asuntos urgentes e inesperados que requieren la atención inmediata de los propietarios. Desde problemas de seguridad hasta decisiones sobre reparaciones urgentes o cambios en los estatutos de la comunidad, en esta junta se discuten temas que no pueden esperar.
En ambas instancias, la convocatoria es clave. Tanto para la junta ordinaria como para la extraordinaria, la notificación a los propietarios debe ser clara y oportuna, asegurando que todos estén al tanto de la reunión y puedan participar en la toma de decisiones.
¿Por qué tener un administrador en la comunidad?
Contar con un administrador en una comunidad de propietarios ofrece una gestión profesional y eficiente de los recursos comunitarios, liberando a los propietarios de la carga administrativa y permitiéndoles enfocarse en otros aspectos de sus vidas.
El administrador actúa como interlocutor calificado entre la junta de propietarios y otras partes interesadas, facilitando la comunicación y el proceso de toma de decisiones.
Además, su presencia neutral y objetiva contribuye a prevenir y resolver conflictos dentro de la comunidad, promoviendo así un ambiente de convivencia armonioso y respetuoso entre los residentes.
En resumen, el administrador agrega valor y tranquilidad a la vida comunitaria al garantizar una gestión eficiente y una convivencia pacífica.